¿Cómo se transforma la profesión de los abogados con tecnología?
Por Lucía Peralta, equipo comercial Sisem.
En el mundo y en Argentina las profesiones han tenido un cambio profundo gracias a las nuevas tecnologías. Ya en 2016 se hablaba del comienzo de la cuarta revolución industrial. Marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas. Klaus Schwab, autor del libro “La cuarta revolución industrial anticipaba: “Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes”.
“La cuarta revolución industrial, no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que están construidos sobre la infraestructura de la revolución digital”, dice Schwab, que es director ejecutivo del Foro Económico Mundial.
Esta revolución está marcada por la aparición de nuevas tecnologías como la robótica, la analítica, la inteligencia artificial, entre otras. Los equipos de trabajo deben identificar las tecnologías que mejor satisfacen sus necesidades para invertir en ellas. Si las empresas no comprenden los cambios y oportunidades que trae consigo la Industria 4.0, corren el riesgo de perder competitividad y eficacia en el mercado.
Actualmente, el sector legal tuvo que innovar, construir, desarrollar nuevas competencias y habilidades a partir de las nuevas tecnologías. Ya es un hecho que tuvo que reinventarse, a partir de la tecnología de la información, la inteligencia artificial y la automatización de procesos judiciales que transformaron en muy poco tiempo el ecosistema jurídico.
Está claro el futuro del abogado en la era digital, las legaltech avanzan en el trabajo jurídico enriqueciendo las tareas del profesional, y le otorga herramientas que antes eran inimaginables, a la vez que se convierten en un aliado del abogado. Actualmente, permite que la tecnología se ocupe de las tareas mecánicas y repetitivas, enfocándose en poder dedicar su tiempo a lo que realmente aporta valor, que es ofreciendo soluciones innovadoras y útiles al cliente.
Este cambio en la forma tradicional de asesoría legal, le permite al abogado prepararse para dar un diagnóstico rápido con el desarrollo de herramientas digitales, generando así un cumplimiento normativo que tiene como consecuencia que la toma de decisiones favorezca a la empresa.